sábado, 10 de mayo de 2008

MENSAJES EN UNA BOTELLA

La felicidad es un trayecto no un destino.

A veces preguntar también es decir algo.

El amor verdadero es un proceso no un acontecimiento.

No llores por mi, llora conmigo.

Que no te llamen princesa, que te hagan sentir princesa.

A veces la vida decide por ti.

El amor no termina solo cambia de lugar.


Vive de los sueños y vive para soñar.

Lo que importa no es el frasco, sino la esencia.

El amor no hay que sufrirlo, hay que vivirlo.

Hay que tener una fuerza especial para decir adiós a una parte importante de tu vida.

Enamorate de la vida aunque a veces duela.

A veces hay que elegir entre estabilidad o felicidad.

Lo que ves con los ojos cerrados es lo que cuenta.

Deliciosa la mañana que encuentre tus zapatos debajo de mi cama.

No es malo llorar, es malo que te hagan llorar.

Cuando una puerta se cierra, siempre hay otra que se abre pero seguimos mirando la puerta cerrada sin dar importancia a la que se acaba de abrir.

Aquello que no ves no lo idealices.

Las mentiras que nos contamos pueden hacernos caer en una felicidad irreal.

Cada persona busca su propio pretexto para embellecer la realidad que le rodea.

El amor es un misterio que importa solo a dos.

Las cosas no son porque existan, son porque se sienten.


El dolor existe porque quiere decirnos algo.


Los hombres quieren a la mujer que ya no existe y las mujeres queremos al hombre que aun no existe.



Toda historia tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo.











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