martes, 29 de mayo de 2007

Hola cielo

Quizás es fácil escupir el veneno cuando uno tiene el corazón lleno de amor ...

Janet fue a cenar a un restaurante hindú con unos amigos y entre risas y vino se detuvo unos instantes y cerro los ojos, quiso retener las lágrimas, no por el sabor ardiente de la comida sino porque recordó su última cena con él. El sabor tan picante que había dejado en sus labios y lo dormido que había dejado su corazón.

Al llegar a casa encendió las luces de New York, era la primera vez que las encendía desde la última noche que él estuvo en su cama viajando juntos y haciéndola volar. Y se dio cuenta que aun lo tenia demasiado presente, no solo en su corazón también entre sus piernas. Y sola en New York se pregunto ... ¿como se puede decir adiós a alguien del que no quieres despedirte?